Aristóteles, filósofo
griego, afirmo en una ocasión: “La felicidad es el sentido y propósito de la
vida humana”. Los científicos de nuestro tiempo también comienzan a reconocer
su importancia. ¿Qué nos puede
aportar la ciencia acerca de la
felicidad?
Hay muchas
observaciones que contradicen creencias habituales en nuestra sociedad sobre la
felicidad. Por ejemplo, se ha comprobado que una vez cubiertas las necesidades
básicas el tener más riqueza material no implica necesariamente que el
individuo vaya a ser más feliz. De hecho se ha comprobado que las personas más
felices son aquellas que han tomado
conciencia de sus propias cualidades, fortalezas y virtudes y las utilizan para
el bienestar de los demás. Ciertos estudios en la psicología positiva demuestran
una clara conexión entre realizar un buen trabajo y acciones desinteresadas que
aporten beneficio a otras personas con el bienestar psicológico y emocional del
individuo.
Hay también
investigaciones sobre la llamada “química de la felicidad”. La serotonina es un
neurotransmisor cerebral que juega un papel fundamental en nuestra experiencia
de bienestar, satisfacción y felicidad. Se ha comprobado que muchas personas
con depresión tienen bajos niveles de
serotonina. Hay formas de hacer subir los niveles de serotonina de forma
artificial, como el consumo de café, chocolate o cigarrillos u otras sustancias
como el triptófano. Sin embargo el consumo de estos productos produce un efecto
“subida/bajada” y por tanto la persona se vuelve adicta y dependiente de ellas. Lo mismo
sucede con la TV, internet, el sexo o el alcohol. Una falta de serotonina puede
en determinados momentos llevar a la persona a una pérdida del auto-control e
incrementar las emociones negativas como el enfado y la agresividad.
Si aprendemos a
redescubrir nuestra fuente interior de felicidad y nos liberamos de algunas de
esas dependencias podemos hacer subir de nuevo nuestros niveles de serotonina
de forma natural.
Las
puertas por donde se escapa la felicidad
Debemos poner especial
atención a una serie de puertas en nuestra conciencia por las cuales se puede
escapar nuestra felicidad, y que son:
a) Los
deseos insatisfechos generados por la mente y las expectativas que surgen
debido a los mismos. Cuantos menos deseos tengas más feliz serás.
b) Exceso
de pensamientos desperdiciables acerca de lo que sucede en nuestro entorno.
c) Una
baja autoestima, lo cual provoca una falta de aceptación y valoración personal.
Se depende mucho de lo que otros piensan o dicen acerca de uno mismo.
d) No
saber soltar el pasado. Falta de habilidad de perdonar y olvidar. Mantener
sentimientos de desagrado, odio o rencor hacia otras personas.
e) El apego y la dependencia de ciertas personas, las posesiones, o cualquier cosa
temporal de nuestro entorno.
Decálogo
para ser más feliz
1) Conócete, acéptate y
valórate a ti mismo. Desarrolla todo tu potencial.
2) Las cosas esenciales
de la vida son las que no se ven. La gratitud constante por lo que recibimos de
la vida es la semilla de la abundante felicidad.
3) Uno es todo lo feliz
que previamente el mismo se ha propuesto serlo. La felicidad es una elección y
una decisión, no una lotería.
4) La actitud que
adoptas ante la vida es lo que determina tu felicidad. Según como piensas, así
es tu vida. Aprende a “ocuparte” sin “preocuparte” .
5) Cultiva el sentido del
humor. Es esencial saber reírse de uno mismo.
6) Deja que el pasado
sea el pasado. Perdónate a ti mismo y perdona a los demás.
7) Busca el equilibrio
entre el “ser” y el “hacer”, el silencio y la acción. Dedica un
tiempo a diario a la reflexión silenciosa y la meditación.
8) Toma la
responsabilidad de tu vida. Acepta las cosas tal y como te vienen. Evita juzgar
a los demás. Aprende a ser el observador imparcial de todo lo que sucede.
9) Fluye con el momento
presente. El pasado es historia, el futuro es un misterio, pero el ahora es un
regalo.
10) Cada día puedes
crear felicidad en tu vida si buscas la forma de hacer felices a los demás.