21 de mayo de 2017

¿ERES LIBRE?


Leon Tolstoi afirmó que “la mayor motivación del espíritu humano es lograr la libertad”. Nacemos como seres libres pero a lo largo de nuestra vida vamos creando una serie de ataduras mentales, emocionales y físicas que van limitando nuestra capacidad de elegir. Cualquier cosa de la cual nos hagamos dependientes tendrá poder sobre nosotros. Si dependemos en exceso de alguna persona, objeto situación, etc., eso controlará también nuestro estado anímico, humor y sentimientos. Esa dependencia  puede  que nos haga sentir bien temporalmente, pero en otros momentos quizás nos provoque sufrimiento, angustia, tristeza, decepción, etc..


En este articulo quiero hacer una reflexión sobre la libertad que va desde el interior hacia el exterior del ser humano, y no tan solo de la libertad en términos físicos o de espacio. El ideal sería lograr una libertad que viene de un estado de “ser” y que nos pueda ayudar a salir de la tela de araña ido que hemos creando en nuestras vidas y en la cual finalmente nos hemos quedado atrapados.


¿De que hablamos cuando decimos “dependencia”?

Es evidente que a nivel físico todos dependemos de algunas cosas a nivel externo, ya que sin aire, sol, agua o comida no podríamos sobrevivir. Pero a nivel de la conciencia o el ser,  la dependencia tendría que ver con la identificación y el tomar soporte de cualquier cosa que sea impermanente.  Cuando apegamos nuestro corazón a cualquier persona, objeto o posición temporal, eso crea una fuerte influencia sobre nuestra mente, lo cual dará nacimiento a dos poderosas emociones que condicionarán nuestra libertad; el miedo y la inseguridad.

La dependencia emocional o mental es también una señal de vacío y desconexión espiritual. Como más dependencias creamos más incrementa la sensación de vacío internamente, lo cual provoca la aparición  de nuevos deseos y una búsqueda más intensa  en el exterior para lograr la satisfacción de los mismos. Ello finalmente nos puede llevar a estados de adicción y pérdida de nuestra dignidad y autoestima. Otras dependencias en la que podemos caer serian;  ciertas creencias limitantes que hemos ido creando acerca de nosotros mismos, la necesidad de obtener alabanza, reconocimiento y respeto de los demás, o la dependencia de lo que otros piensen de mi, etc..


Es necesario  realizar en primer lugar un trabajo interior a través de la reflexión y la meditación que nos permita conectar de nuevo con nuestro sentido de identidad esencial y verdadero. Hacer esté trabajo interior dependerá a su vez de cuan intensa sea nuestra voluntad de lograr ese estado de libertad. Cuando nos conectamos de nuevo con el sentido de identidad del ser, el alma, empezamos a reconocer nuestros valores esenciales, nuestras virtudes y cualidades, en definitiva, conectamos con nuestra singularidad y valor como seres humanos.  También nos alineamos con nuestro sentido de propósito, aquello que da sentido a nuestra vida. Estos dos pilares, claro sentido de identidad y de propósito se convertirán en nuestra brújula interior.


Cultivar el amor verdadero y el desapego


En la naturaleza humana hay un anhelo profundo de experimentar pertenencia,  ya sea a través de una familia, un país, un clan, una comunidad o un equipo de futbol. Ese deseo de pertenencia es natural en el ser humano. No estamos diseñados para vivir aislados o en soledad, sino que somos seres sociales y por tanto buscamos vivir en comunidad y compartir con otras personas. El amor es una energía que nace de nuestro ser y nos vincula y une con otros, por eso amamos y compartimos. Sin embargo esa expresión de amor debería estar combinada con el desapego, el cual es sinónimo de libertad. Desapego entendido como respeto a la individualidad de los demás, el no buscar poseer, controlar o manipular a aquellas personas a quienes amamos, el dejarles que elijan su propio camino aunque pensemos que no es el que más les convenga…. Cuando una persona a cultivado la virtud del desapego de forma sana y correcta puede vivir y estar con todo el mundo, pero a la vez internamente se sentirá libre y no dependerá de nadie.


Termino este artículo con otra cita de George Bernard Shaw: “la libertad significa responsabilidad, es por eso que los hombres le tienen tanto miedo”