Un Camino hacia la felicidad
Nuestra sociedad actual,
materialista, exigente e individualista, nos lleva en muchas ocasiones a perder
de vista lo que ocurre a nuestro alrededor y sobre todo lo que les ocurre a los
demás. Nos hemos vuelto un tanto insensibles al dolor y sufrimiento ajeno, y nuestra actitud cada vez más egocéntrica no
deja lugar a la compasión. La tendencia es que cada cual se preocupe de si
mismo y cada barco aguante su propia vela.
La compasión sería el sentimiento
que nos permite ponernos en el lugar de
los demás desde el afecto y la comprensión. Confucio la define como: “la preocupación respecto a alguien sintiéndose
solidario”. En este caso sentir compasión no requiere sentir pena o lástima
por el que está sufriendo. Hay un deseo
auténtico de conectar con los demás con la mente y el corazón y responder a sus
necesidades, expresando solo amor. La
compasión por tanto seria la empatía en la acción. Arthur Schopenhauer afirmo que “todo amor genuino es compasión y todo amor
que no sea compasión es egoísmo”.
Somos compasivos cuando además de
conectar con los demás y mostrar empatía por ellos, hacemos algo que reduce o
elimina su dolor o sufrimiento.
Prácticas para cultivar la compasión:
1) Comprensión: El primer paso de una
relación compasiva es la actitud de escuchar e intentar comprender al otro. La
escucha debe ser realizada de forma empática, con el deseo genuino de
comprender algo que es importante para ti o para un ser querido. Esta actitud
de escucha activa puede cambiar totalmente los sentimientos y actitudes en la
relación. Comprender a los demás es cuestión de escucharles abiertamente y
pacientemente, sin preconceptos ni prejuicios.
2) Aceptación: Es el reconocimiento de los
hechos sin realizar ningún juicio de valor. Ni apruebas ni desapruebas, tan
solo aceptas. Aceptación por los demás supone reconocer los hechos acerca de
ellos despojados de nuestros juicios habituales.
3) Tolerancia: La verdadera tolerancia
consiste en aceptar y respetar las diferencias. Significa soltar cualquier
expectativa de que las personas tienen que ser como quiero que sean. Para ello
es necesario darse cuenta que no necesitamos controlar a los demás y las
circunstancias para arreglar las cosas y encontrar soluciones. Comprender que
el tiempo, la intención y otros factores
juegan su parte en la vida. Cuando entendemos esto podemos ser verdaderamente
tolerantes.
4) Perdón: surge cuando ha habido
comprensión y aceptación. No significa aprobación, sino aceptar el pasado como
pasado, reafirmar el respeto hacia si mismo en el presente y anticipar y
preparar un futuro mejor.
5) Visión espiritual: Es necesario comprender que todos los seres
humanos tienen unas cualidades innatas positivas y que cada uno de nosotros
tiene un papel eterno en su interior que debe ser expresado a su manera individual
y única. Cuando desarrollamos esta visión de igualdad hacia todos,
respetaremos, aceptaremos y apreciaremos la existencia de los demás. Cuando
miramos al otro con compasión vemos que tiene una inteligencia innata para
terminar con el sufrimiento, despertamos la parte luminosa que hay en el otro, más allá del sufrimiento.
6)Auto-respeto: La compasión comienza por
uno mismo. Uno tiene que darse cuenta de las razones del propio sufrimiento,
conocerse y ser mas auto-consciente de los deseos y creencias limitantes que
nos condicionan. Si nos estamos criticando, culpando o engañando a nosotros
mismo será difícil desarrollar la compasión por los demás. Cuando sentimos
respeto y compasión por nosotros mismos
es fácil sentirla hacia los demás, comprender su dolor y ofrecerles ayuda. La
compasión tiene un importante componente de autoestima, auto-aceptación y amor
por la vida.
“Si quieres que los demás sean
felices, practica la compasión. Si quieres ser feliz, practica la
compasión”-. Dalai Lama