13 de septiembre de 2017

LOS OCHO PODERES DEL SABIO


El poder sobre los demás es fuerza.
El poder sobre uno mismo es sabiduría.
Por lo tanto, el viajero elige con atención,
y lo pondera todo a la luz
del Señor de la Luz.

El primer poder es centrarse.
Recoger todo lo que ha desaparecido
Y dejar a un lado lo que tiene que venir. Por ello
el sabio reclama el control de su mente.

En el fondo de la conciencia del alma,
el sabio planta las raíces de su mente.
Como un árbol que se dobla con el viento,
El Sabio lo tolera todo
Y permanece imperturbable.
Éste es el segundo poder.

El Señor del Amor no cierra ninguna puerta.
Siguiendo al Maestro,
El sabio se adapta a todas las diferencias,
y nunca permite
que nada le afecte.
Éste es el tercer poder.

Por todas partes hay trampas e ilusiones
y un diluvio de palabras puede anegar el camino,
El sabio discierne,
y encuentra el diamante
Entre las piedras falsas.
Y éste es el cuarto poder.

Viendo sus propias acciones.
Tan claramente como ve la de sus hermanos,
El sabio nunca deja que el deseo
Influya en la decisión.
El buen criterio
es el quinto poder.

Incluso el viajero sabio se ve acuciado por obstáculos.
El sabio se enfrenta a la roca en el camino
y a la debilidad que conlleva
con la misma valentía.
Afrontar con valentía
es el sexto poder.

Creando alianzas,
El sabio ayuda a sus compañeros.
Dos pueden hacer lo que uno no puede.
Cooperando  en todas las cosas,
honra a sus compañeros.
La cooperación es el séptimo poder.

Cuando empieza la locura, los ladrones mandan.
El sabio, imperturbable, se retira.
Retirarse sin culpa es ser sabio.
Éste es el octavo de los grandes poderes.

Del Tao of the Traveller (El Tao del viajante) de Barbara Bossert Ramsay.

8 de septiembre de 2017

DETERMINACIÓN; LA CLAVE PARA EL ÉXITO


 Para llegar al éxito en cualquier área de nuestra vida suelen ser necesarias una serie de virtudes y actitudes, pero entre todas ellas destacaría la determinación, ya que es el motor que nos impulsa a lograr nuestros objetivos. Es la fuerza interior, el "drive" o coraje que nos mueve a los seres humanos a superarnos, a resistir las adversidades, y a buscar caminos donde otros se dan por vencidos. 

 La determinación es una cualidad que llena de firmeza y decisión nuestros sueños y propósitos. Es la voluntad de alcanzar metas a largo plazo y hacerlo con pasión y perseverancia. Es mantenerse fiel a determinadas metas a lo largo del tiempo y poner todo el empeño posible en conseguirlas. La determinación surge de una profunda convicción interior de que con fe, constancia y la estrategia adecuada conseguiremos nuestro objetivo.
La auto-confianza en nuestras posibilidades, recursos y talentos, unidos a la fe inquebrantable en nuestro propósito y el compromiso en unos valores esenciales, son el combustible que nos proporciona la energía necesaria para que nuestra determinación se mantenga firme y constante.

¿Se puede desarrollar la determinación?

Como otra cualidades y actitudes la determinación se puede entrenar y fortalecer. Un primer requisito seria renovar la perspectiva de las situaciones que nos va presentando la vida. En lugar de percibirlas como problemas, pensar que lección me está enseñando esa situación, evento o persona y tener la humildad necesaria para aprender de ello. Si tenemos determinación sabremos reflexionar de forma constructiva sobre los fracasos u errores que tengamos en la vida y sabremos  levantarnos para intentarlo de nuevo.
Para desarrollar esta actitud es importante cambiar nuestro dialogo interior. Evitar hacernos preguntas del tipo “¿por qué pasa esto? ¿Qué vamos a hacer? Esto no debería suceder, esta persona debería hacer esto o aquello, etc.”. Es importante tener una actitud proactiva, generadora de soluciones, y hacernos preguntas del tipo: ¿Qué hay de bueno en esta situación? ¿Qué tengo que aprender? ¿Cómo puedo hacer mejor las cosas? ¿Qué soluciones puedo aportar?

El pensamiento creativo y proactivo tiene estas características:

- Explora el beneficio y las oportunidades que ofrecen cada situación.
- Se enfoca en el aprendizaje.
-Contribuye de forma beneficiosa a la situación aportando  alternativas creativas y constructivas.

Equilibrar la determinación con otras cualidades

Un exceso de determinación nos puede llevar a la precipitación, la obstinación y la cabezonería. Para que la determinación nos aporte resultados positivos tiene que ir equilibrada con la paciencia. Paciencia significa saber parar o cambiar de rumbo  cuando sea necesario y luego seguir  adelante hacia nuestro objetivo sin presión.
La paciencia me enseña que no todo depende de mi; a menudo tengo que esperar, tolerar situaciones y personas, pero a la vez me mantengo atento y concentrado en  alcanzar mi meta. La paciencia surge de mantener la calma y serenidad interior, sabiendo que todos los logros importantes tienen su propio momento para dar sus frutos. La persona sabia sabe esperar para que el gran factor del tiempo y la perseverancia  jueguen su parte.
Para mantener cualquier equilibrio es importante interiorizarnos y tomar poder de nuestras fuerzas internas para después usar esa energía en mantener una coherencia entre nuestros pensamientos, palabras y acciones.