“El poder
máximo de una persona reside en la capacidad de producir los resultados que
desea y en el proceso crear algo valioso para los demás”
La no resistencia no significa necesariamente no hacer nada, sino que
cualquier acto se vuelve no reactivo. Recordemos la profunda sabiduría que
subyace el la práctica de algunas arte marciales como por ejemplo el Aikido: no
se resiste a la fuerza del oponente, se cede para superarla.
El aikido se basa en el principio de que existe una fuerza
universal de energía que fluye a través de todo, de modo que las personas se
pueden alinear con esta fuerza y alinear la energía de otros. El propósito de
la llave de Aikido no es hacer daño, sino desarmar o desviar el ataque. La práctica
física se parece a una danza, y gradualmente los movimientos provocan que la
energía del atacante se desgaste y se vuelva inofensiva. Un maestro aikioda se
mantiene alerta, centrado y fluye con la energía del adversario.
El poder de la
flexibilidad
El agua que fluye de por un rio es un claro ejemplo del fluir sin
resistencia. Un rio se amolda sin perder nunca su dirección, siempre orientado
hacia su destino final. La capacidad de amoldarse significa desarrollar
aceptación y fluir con las situaciones, trabajar con ellas sin perder ni
comprometer nuestra meta final.
La flexibilidad mental y emocional nos permite mantener una
actitud proactiva y serena en ambientes donde el individuo está sometido a
presiones externas. Esta resiliencia nos permite tener una perspectiva más clara de la situación y ser generadores de
soluciones. Con ello podemos mantener estabilidad interior y ahorrar energía
física y mental.
La flexibilidad es un signo de crecimiento espiritual y de
progreso en la disolución de actitudes rígidas, intransigentes y cerradas que
suelen estar presentes en la mayoría de conflictos interpersonales.. La
flexibilidad nos ayuda a desarrollar la sabiduría que permite percibir con más
precisión el tipo de intervención que las personas o situación requiere.
“Tu ganas, yo gano”
Podemos desarrollar flexibilidad si mantenemos una actitud de
buscar siempre opciones de mutuo beneficio, donde todos ganamos y nos vemos
beneficiados. Las actitudes mentales rígidas o intransigentes suelen estar
dirigidas por el egoísmo y nos llevan a situaciones de ganar/perder o incluso
perder/perder.
La ventaja del enfoque “Tu ganas/Yo gano” es que descubrimos
soluciones más amplias y creativas, consiguiendo que las relaciones mejoren y sean
más sólidas. Cuando las dos partes ganan
ambas están vinculadas a la solución. Si vas a tratar con una persona más de
una vez (y aún sino es así) vale la pena hacerlo de forma justa. Te sentirás
tan bien que vas a querer repetirlo!.