“Asi como piensas, asi es tu vida”
Los pensamientos y los modelos de pensamiento tienen una gran influencia sobre nuestra personalidad, y muchas personas no son conscientes de su repercusión en su calidad de vida. Cuando creamos nuestros pensamientos generamos sentimientos, emociones, actitudes, palabras y acciones, configurando así el libro o el cuadro de nuestra vida.
Para mejorar la calidad de nuestros pensamientos debemos ser conscientes de cómo pensamos y darnos cuenta que cada uno de nosotros somos los creadores de nuestros pensamientos, tanto los positivos y beneficiosos como los inútiles o negativos.
El pensamiento positivo nos abre un universo de nuevas posibilidades, todas ellas fortalecedoras, enriquecedoras, llenas de beneficio y aprendizaje.
Es esencial comprender que los pensamientos, en función de su calidad, nos pueden ayudar a generar energía interna, es decir, nos pueden aportar optimismo, entusiasmo, motivación, y todos ellos son factores que van a contribuir favorablemente en nuestro desempeño personal y profesional. Por otro lado, cierto tipo de pensamientos negativos nos pueden quitar energía y debilitarnos. Eso sucede cuando nuestra mente se enfoca solo en ver los problemas, los defectos, las carencias, los errores y las dificultades.
Veamos algunos modelos y ejemplos de pensamientos positivos:
Pensamiento positivo proactivo: Es un patrón de pensamiento basado en planteamientos de cooperación y apoyo, que miran de enfocarse en aportar soluciones a las necesidades del momento, evitando pensar en aquellas cosas que escapan a nuestro control.
Ejemplo: Una situación de sobrecarga de trabajo: un tipo de pensamiento proactivo seria analizar y establecer cuales son las prioridades y desarrollar un plan de acción realista y practico para poder satisfacer todas las demandas, incluyendo las necesarias delegaciones, etc.Es decir, empleamos todos nuestros recursos mentales en solventar la situación que se nos presenta, con un espíritu de cooperación y responsabilidad. No permitimos espacio mental para pensamientos de preocupación, dudas, miedos, etc.
Pensamiento positivo creativo: Nos plantea una percepción fresca e innovadora de la situación o escena que estamos viviendo, permitiendo expandir nuestros límites mentales habituales. En lugar de percibir la situación como un problema o una adversidad, exploramos nuevas perspectivas, nuevos ángulos de visión que nos abren nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo, a la vez que ampliamos nuestros horizontes.
Ejemplo: En la misma situación de sobrecarga de trabajo. Esta situación plantea una buena oportunidad para generar espacios de dialogo, abrir vías de comunicación con el equipo de trabajo o con los responsable del área o departamento a fin de mejorar nuestra organización, planificación y delegación de tareas. Con esta actitud, nuestras mentes se enfocarán en como podemos hacerlo mejor y en que novedades podemos aportar a nuestra forma de trabajar en equipo.
Pensamiento positivo de aprendizaje: Se basa en explorar con nuestra mente los beneficios y aprendizajes que siempre existen en cada situación. De hecho se basa en una perspectiva creativa, asociada a la idea de ver nuestra vida como una gran escuela de aprendizaje constante. Cada escena que se nos presenta es una nueva lección para seguir aprendiendo y perfeccionando el arte de vivir.
Ejemplo: Supongamos una relación difícil y conflictiva con una persona con la que tengo que compartir algunas horas por motivo laboral, pero cuya personalidad y características me dificultan la convivencia. La reacción inmediata puede ser de queja y rechazo: EL pensamiento positivo de aprendizaje se basa en la pregunta: ¿Qué aprendo a través de esta relación? ¿Qué me enseña?
Fácilmente veremos que tal relación nos enseña a desarrollar ciertas actitudes y valores como la tolerancia, la empatía, la flexibilidad, etc, que nos ayudarán en nuestro crecimiento y desarrollo personal.
La meditación es un método muy útil para ayudar a las personas a reorientar su vida de una forma positiva y saludable. La palabra meditación viene procede del latín “mederi” que significa “curar”. La curación del ser interior no se consigue tomando solo medicinas físicas, sino que trata de restablecer el equilibrio mediante el conocimiento del ser, creando el tipo adecuado de actitudes y la utilización correcta de la energía mental. En la meditación aprendemos a observar nuestro interior y conectar de nuevo con nuestros recursos internos de paz, verdad, amor y felicidad. Mediante el pensamiento concentrado aprendemos a dejar que estás energías positivas se manifiesten en la conciencia y se expresen en nuestras acciones diarias.
Las personas positivas comparten siete características comunes:
1.- Creen en si mismos.
La primera característica de una persona con una buena actitud es que piensa positivamente en su valor personal. Cuando cree en si mismo es libre para verse bajo una luz objetiva y enfocarse en mejorar y alcanzar su potencial. Su imagen positiva es el pasaporte para el éxito en la vida.
2.- Están dispuestos a ver lo mejor en los demás.
Nunca he conocido una persona positiva que no aprecie a las personas y trate de ver lo bueno en ellas. Todos tenemos expectativas de los demás. Pero podemos decidir si las expectativas serán positivas o negativas.
3.- Pueden ver oportunidades en todas las circunstancias.
El filosofo griego Plutarco, escribió: “Como las abejas extraen miel del tomillo, la más fuerte y seca de las hierbas, los hombres sensibles suelen sacar ventaja y provecho de las circunstancias más extrañas”. Las personas positivas ven oportunidades en todo lugar. Entienden que son el resultado de una actitud correcta. La oportunidad existe allí donde la sabes encontrar.
4.- Se enfocan en soluciones.
Casi todas las personas pueden ver los problemas. Para ello no se requiere nada especial. La persona positiva tiene su mente centrada en las soluciones, busca una solución ante cada problema y una posibilidad ante cada imposibilidad. Louis D. Brandeis dijo una vez: En este mundo, la mayoría de cosas dignas de hacerse habrían sido declaradas imposibles antes de que fueran hechas”.
5.- Desean dar.
Kart Menninger dijo, “Rara vez la gente generosa es gente mentalmente enferma”. Y es raro que sea gente negativa. Dar es la consecuencia de una conciencia elevada. Mientras más da la persona, mejor es su actitud. Dar sin esperar a cambio es la forma más auténtica de amor y generosidad.
6.- Persistencia.
Los sueños que se han hecho realidad son el resultado de personas que creyeron en sus metas y propósito en la vida. Se negaron a desanimarse y darse por vencidos. Recordemos el ejemplo de Nelson Mandela, que estuvo dispuesto a pasar casi treinta años de su vida en la cárcel antes que renunciar a sus principios en la causa contra el “apartheid” en Sudáfrica. No permitió que el desaliento le pusiera la mano encima, y finalmente alcanzó sus objetivos. Por tanto vemos que los desafíos pueden ser el estimulo para un mayor esfuerzo. Cuando se tiene una actitud positiva, es más fácil ser persistente.
7.- Responsabilidad por sus vidas.
Una persona de éxito entiende que nada positivo ocurre si no está dispuesto a dar un paso adelante y asumir plena responsabilidad de sus pensamientos y acciones. Solo cuando uno se hace responsable de si mismo puedes mirarse con honestidad, evaluar sus puntos fuertes y los puntos débiles y comenzar a cambiar.