18 de septiembre de 2014

¿ES LA FELICIDAD UN DESTINO A ALCANZAR O UN CAMINO A RECORRER?



Aristóteles afirmó que todo lo que hacemos los seres humanos en este mundo es para lograr la experiencia de la felicidad. Sin embargo, al ser tan importante puede que hagamos cosas erróneas para conseguirlo y como resultado experimentamos  a veces felicidad  y  otras sufrimiento.

¿Por qué sufrimos?

El origen del sufrimiento (estados de ansiedad, tristeza, angustia, negatividad, vacío interior, etc.), es decir, cualquier estado emocional que nos produce un malestar o insatisfacción no viene provocado tan solo por nuestras circunstancias exteriores o la situación de nuestro entorno,  sino en gran medida por  nuestros pensamientos, emociones y sistema de creencias.
Desde la perspectiva espiritual la felicidad es un estado de conciencia que creamos cada uno de nosotros en nuestras mentes. Es nuestra forma de pensar acerca de las cosas que suceden a nuestro alrededor  lo que nos hace felices o infelices, es decir, la forma en que percibimos la realidad exterior y como la interpretamos y procesamos  internamente. Por tanto, la forma en que vivimos el presente es lo que determina nuestro estado de felicidad. Como más sepamos vivir con plena conciencia del “Ser” y mantengamos un estado de atención plena en cada momento de nuestra vida, más  la felicidad será una experiencia que solo dependerá de nosotros.