18 de julio de 2013

ANATOMIA DE LA CONCIENCIA

Aunque la práctica de la meditación resulta fundamental para el desarrollo espiritual, lo que falta a menudo es una comprensión clara del yo. Únicamente cuando se hace realidad por completo la verdad sobre el yo (autorrealización) pueden eliminarse todas las falsas identidades y se puede empezar realmente el viaje espiritual. En este artículo presentamos un recordatorio de la verdadera identidad del yo y las facultades de la conciencia, que nos permiten crear, discernir y decidir cómo viviremos y alcanzaremos la plenitud humana.

El alma es como una semilla, y contiene toda la información necesaria para su expresión cuando se planta en un cuerpo. Del mismo modo que la semilla adopta la forma de una planta concreta cuando se siembra en la tierra y se mantiene con agua, sol y tierra fértil, un ser humano adquiere vida con la entrada de un alma humana en un embrión. Ese momento de la entrada se conoce como quickening y viene señalado por el primer movimiento del feto.

Un alma tomará un cuerpo dependiendo de su acción (karma) y sus sanskaras. Los sanskaras (vocablo proveniente del hindi) adoptan la forma de tendencias, hábitos o características conductuales que están latentes. Posteriormente se describen los sanskaras de forma más detallada.


La ubicación del alma

El lugar donde habita el alma se encuentra en el centro de la frente. ¿Cuál es la prueba de ello? Hay muchas señales que utilizamos y acciones que llevamos a cabo a través de las cuales se demuestra que éste es el lugar del alma. Por ejemplo, las mujeres hindúes llevan un punto (bindi) o tilak en ese lugar. En los templos hindúes se acostumbra a poner un tilak o pasta de sándalo sobre la frente de los devotos y del sacerdote hindú. Asimismo, en la religión judía, los rabinos colocan un libro en miniatura de la Tora en una caja diminuta y se lo atan a la frente durante sus ceremonias matinales. Los cristianos echan agua bendita sobre la frente durante la ceremonia del bautizo y al entrar en una iglesia católica. En algunas fiestas religiosas también se esparcen cenizas sobre la frente.

Hay pruebas fisiológicas de que el punto de contacto entre la energía de la mente y el sistema nervioso se halla en el hipotálamo, una glándula situada en el cerebro ligeramente por detrás del centro de la frente.

El alma no ocupa ningún espacio en el cuerpo físico, ya que no es algo físico, pero sí que estimula el cuerpo y lo dirige a través del cerebro y el sistema nervioso. El alma recibe también señales del cuerpo; es una relación de simbiosis. La energía de la comunicación entre los dos es el poder del pensamiento, que es análogo a la energía que desprende la electricidad. Esta energía se ve aumentada de forma consciente por la meditación.


Descripción y facultades

El alma es invisible a los ojos físicos porque no es material. A través de nuestros ojos físicos sólo podemos ver objetos materiales. Tenemos otro ojo, llamado a veces el ojo interior, el tercer ojo o la visión divina, a través del cual el alma incorpórea puede percibirse como un punto infinitesimal de energía luminosa. Se trata del alma, la fuerza animadora consciente. Se trata del yo consciente.

El primer paso de la meditación Raja Yoga es considerarse como un alma, un minúsculo punto de luz consciente de sí mismo. Al utilizar esa sutil facultad suya que se llama mente, el alma pensará: «Soy consciente de mi yo y de mi existencia. Soy consciente de lo que pienso y siento, pero no soy mi cuerpo.» La cualidad predominante y esencial de un alma es la paz. Aquí es donde radica la gran importancia de la expresión Om Shanti, que significa ‘Soy un alma en paz’. Esta afirmación es un recordatorio constante de que el yo debe tomarse como algo lleno de paz. Otras cualidades inherentes de un alma son el amor, el poder, la pureza, la felicidad y la dicha.

Este punto pacífico y sereno de energía luminosa consciente de sí misma (tú) posee tres facultades que son los órganos sutiles a través de los cuales es posible expresar la conciencia. Dichos órganos son los siguientes:


La mente, el intelecto y los sanskaras (impresiones o rasgos de personalidad)

Estas facultades actúan en conjunción unas con otras siguiendo un orden cíclico.

El alma encarnada, que se expresa a través del cuerpo, es un ser humano vivo. Un alma se expresa de forma consciente y de forma subconsciente. El alma es consciente del mundo material externo por medio de los sentidos físicos: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto.

Cuando el alma lleva a cabo acciones (karma) a través del instrumento que es el cuerpo físico, experimenta las consecuencias de dichas acciones por medio del cuerpo físico. Algunas consecuencias tienen lugar de forma inmediata; otras, más adelante. Cada una de las acciones que lleva a cabo el alma deja una huella en ésta. Dicha huella recibe el nombre de sanskara. El sanskara se manifiesta en forma de compulsión interna o de pensamiento que sale a la luz. Los pensamientos, por lo general, suelen expresarse en forma de acción, lo cual refuerza el sanskara o la huella que se origina.

Tabla 1. Características comparadas del alma y del cuerpo

El alma                                                          El cuerpo                             
Ser                                                   Objeto o cosa
Luz                                                    Opaco
Inmortal                                             Mortal
Consciente de sí misma                        Sin conciencia de sí mismo
Eterna                                               Temporal
No nata                                              Nacido de un hombre y una mujer
Indestructible                                      Perecedero
No inflamable                                     Inflamable
Invisible                                             Visible
Ingrávida                                            Peso oscilante
Influye en el cuerpo                             Influye en el alma
Infinitesimal                                        De tamaño limitado
No limitada por el tiempo o el espacio      Limitado por el tiempo o el espacio
Incorpórea                                          Corpóreo
Sin principio ni fin                                 Comienza y acaba en el tiempo
Sensible                                             No sensible
Responsable                                       No responsable
El alma estimula el cuerpo                      El cuerpo es el vehículo del alma
El alma es la ocupante del cuerpo           El cuerpo es ocupado por el alma
El alma es yo                                      El cuerpo es mío

La tabla 1 compara y contrasta el alma y el cuerpo. El objetivo de ello radica en animarte a observar las diferencias y lograr una comprensión de tu identidad como alma alojada en un cuerpo. Es normal que pensemos en el yo como un cuerpo, pero es natural que pensemos en el yo como un alma. Este aspecto queda ejemplificado en la tabla 2.

Tanto el alma como el cuerpo son mutables y, en consecuencia, están influidos por la acción y las experiencias. Asimismo, el alma y el cuerpo están afectados por el tiempo, que hace que ambos se deterioren.

Tabla 2. El cuerpo más el alma equivalen a un ser humano vivo

                                                        Alma                              Ser humano

                                      El cuerpo posee órganos sensoriales
                                      destinados a la percepción material:
                                      la vista, el oído, el olfato, el gusto y
el tacto.

                                     
                                      El alma posee órganos de la conciencia
                                      destinados a la percepción de ideas,
                                      recuerdos, sentimientos, moralidad,
tendencias y valores.


                               Intelecto                   Mente                        Sanskaras


Los procesos cíclicos en la conciencia

El diagrama de la página siguiente muestra el funcionamiento cíclico de la conciencia. Consta de un ciclo interno y de un ciclo que vincula el mundo material interno con el externo. Las flechas indican el flujo de la energía del alma en su movimiento instantáneo de una facultad a otra dentro del ciclo interior, su traducción en la práctica a través del cuerpo y su vuelta al ciclo interior en forma de huella o sanskara.

Aunque se trata de un ciclo que no tiene fin y que no se puede parar, con vistas a nuestro análisis podemos tener en cuenta los siguientes puntos:

Los procesos cíclicos en el alma

Los recuerdos, las huellas, los instintos y los hábitos quedan grabados en el banco de la memoria subconsciente.

Pensamientos, emociones, deseos

  1. El pensamiento surge en la mente.
  2. Ese pensamiento puede llegar a convertirse en una acción.
  3. Antes de convertirse en una acción, el pensamiento pasa por delante del intelecto, la conciencia o la conciencia moral.
  4. Entonces se juzga, y se acepta o no se acepta (aunque un intelecto débil no puede evitar que ese pensamiento vuelva a presentarse).
  5. Si se acepta, acaba expresándose en forma de acto (un pensamiento, una palabra o una acción continuos).
  6. Si no se acepta, simplemente desaparece o se detiene.
  7. Una vez llevado a cabo, el acto tiene varios efectos:
• tiene una consecuencia y provoca repercusiones;
• constituye un sanskara;
• provocará un nuevo pensamiento de carácter similar;
• provocará una respuesta del mundo exterior;
• moldeará una huella sobre el alma.
  1. El impacto y el recuerdo de los pensamientos, las palabras y las acciones están almacenados en lo más profundo de las huellas de la memoria.
  2. El impacto de las acciones y las experiencias puede manifestarse en forma de sueños.
  3. Surge un nuevo pensamiento en la mente y el ciclo se reanuda.

Puede producirse un pensamiento en la mente debido a:

  1. la percepción sensorial –algo que ves, oyes, hueles, pruebas o tocas;
  2. una asociación;
  3. un recuerdo;
  4. un estímulo del intelecto o la conciencia;
  5. una orden, una instrucción, una información escritas u orales, etcétera;
  6. un sanskara.

Éste es el proceso básico que se da en el más complejo y extraordinario de los fenómenos, lo que llamamos el alma o conciencia humana. Esta comprensión arroja luz sobre otros aspectos más sutiles y profundos de la espiritualidad y el desarrollo de los valores.



                                           mente consciente
                                              
                                               pensamientos
                                               emociones
                                               sentimientos
                                               sensaciones

         mente subconsciente             alma               intelecto

               personalidad                                           entendimiento
               hábitos                                                  recuerdos
               impresiones                                            decisiones

                                                          mi cuerpo     
                                           órganos sensoriales     


La mente y los sanskaras

El alma funciona a través de tres facultades sutiles. Una de ellas es la mente. La mente se define como el poder o la capacidad de crear pensamientos. Pensar es un acto del alma. Adquiere la forma de deseos, emociones, palabras no pronunciadas, visualización en la «pantalla» de la mente, etc. La mente se alimenta de estímulos que provienen del mundo exterior a través de los órganos sensoriales, que son la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Los estímulos llegan también a la mente desde el subconsciente, y también se denominan sanskaras (recuerdos, instintos y hábitos, además de huellas en el alma de acciones pasadas).

La mente del alma está constantemente activa, y crea pensamientos. La naturaleza del alma es pensar. Hay cuatro tipos de pensamientos:

* Positivos     * Negativos   * Inútiles       * Normales / neutrales

La meditación es un proceso disciplinado diseñado para inspirar a la mente a que produzca pensamientos positivos. Los pensamientos que hacen referencia a las tareas cotidianas como, por ejemplo, «Hoy tengo que comprar azúcar», son neutrales y no requieren una evaluación moral. Estos pensamientos normales entran en las categorías de negativos o de inútiles cuando –siguiendo este mismo ejemplo– no hay azúcar ni tiempo ni dinero, lo cual provoca ansiedad u otras emociones perturbadoras.

La tabla 3 establece distinciones entre pensamientos positivos, negativos e infructuosos (es decir, pensamientos que no son exactamente negativos, pero que podrían conducir fácilmente a la negatividad si no se controlan).

Todos los pensamientos adoptan una forma de energía mental que puede llevar a la acción por medio del cuerpo. Un pensamiento poderoso tiene más energía y más posibilidades de impulsar a la acción que un pensamiento débil, que tiene menos energía y puede quedarse en un mero pensamiento. Si los pensamientos positivos son débiles, no tendrán suficiente energía para transformarse en acciones positivas. Un pensamiento positivo débil puede degenerar en un pensamiento negativo débil o incluso en un pensamiento negativo fuerte. Si la energía de los pensamientos negativos es fuerte, éstos se transformarán en acciones negativas; si la energía de los pensamientos infructuosos es fuerte, éstos también se convertirán en acciones. Cuanto más se repite internamente un pensamiento, con fe y convicción, mayor energía se consigue y más posibilidades hay de que se convierta en acción.

Tabla 3. Categorías de pensamiento

Pensamientos positivos

Soy un alma pura, pacífica y afectuosa.

Las cosas no pasan porque sí. Ocurren porque en ello hay una lección que debo aprender y con la que debo crecer y progresar.

Sé que no estoy solo. Tengo la ayuda del Divino. Hay mucha gente que cooperará conmigo. Puedo administrarme muy bien con lo que tengo.

Estoy seguro de que me quieren. Si continúo esforzándome, lograré finalmente desarrollar mis talentos y tendré muchas oportunidades.

Pensamientos negativos

Nadie es puro, por lo tanto, ¿de qué sirve lo que haga o no haga?

No debería pasar esto. No puedo soportarlo. Voy a hacer algo al respecto. Voy a castigar al culpable.

Estoy solo. Estoy indefenso. ¿Por qué él está mejor pagado que yo? Ha sido muy injusto conmigo, así que tengo que desquitarme.

Pensamientos infructuosos

No sé si soy un alma pura o no.

¿Por qué pasa esto? No está bien. ¿Cómo puede permitir Dios que pasen estas cosas? ¡No es justo!

No sé si podré seguir adelante. ¿Qué puedo hacer? Soy demasiado débil para protegerme a mí mismo. Nadie me va a ayudar. Estoy muy triste.

Me siento solo. No estoy seguro de que haya alguien que me quiera de verdad. Dudo de que pueda desarrollar cualquier talento. Puede que no logre tener una vida satisfactoria.


El intelecto

El buddhi o intelecto es la facultad del alma que juzga el pensamiento y determina su calidad, pureza ética, sinceridad, utilidad, conveniencia, precisión y corrección o incorrección. El intelecto también funciona como la conciencia. Determina si el pensamiento debería o no convertirse en acción. Si el pensamiento es positivo, el intelecto lo apoyará y lo animará a convertirse en acción. Si el pensamiento positivo viene acompañado de una sensación de duda, el intelecto tiene que evaluar y eliminar esa duda. No hay conflicto interno cuando las facultades de la mente y el intelecto son puras y fuertes y cooperan ayudándose mutuamente.

Si el intelecto es débil y la mente es impura o está fragmentada, la energía del alma generará entonces muchos pensamientos infructuosos y negativos, cuya entrada en acción no podrá frenar o evitar el intelecto. Surgirán muchos conflictos internos y finalmente acabará perdiendo el intelecto. Se llevarán a cabo acciones negativas o infructuosas que son contrarias a la conciencia, con lo cual se dará lugar a sanskaras negativos.

El intelecto es la facultad más importante que tiene la conciencia humana para provocar el cambio. Tu sentido de la identidad depende del poder y el refinamiento del intelecto, lo cual determina la capacidad y la calidad de los procesos intelectuales. Si el intelecto es puro, distinguirás de forma rápida y clara la verdad de la falsedad, y lo que es real de lo que es irreal. Si el intelecto está corrompido, entonces es probable que tomes decisiones incorrectas, deshonestas o ilógicas. Si el intelecto es impreciso, entonces llegarás a confundirte; justificarás la deshonestidad, aceptarás los juicios erróneos y serás incapaz de distinguir entre lo real y lo imaginario.


El presente texto es un extracto correspondiente a uno de los Módulos de Enseñanza de Valores de Brahma Kumaris que se ofrece a universidades y en universidades de todo el mundo. Ha sido elaborado y recopilado por Denise Lawrence, Sue Emery y Rose Kelly, junto con el equipo de Enseñanza de Valores.

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