Qué entendemos por una relación exitosa?
Por supuesto
podría darse diferentes respuestas dependiendo del tipo de relación que
hablemos, pero en términos generales, seria aquella en la cual hay unos claros
sentimientos de amor y respeto entre las partes implicadas. En otras palabras,
el éxito seria el resultado de la interacción basada en unos valores
intrínsecos de las personas, lo cual nos lleva a compartir unas cualidades
positivas.
Por tanto,
un aspecto básico para mantener unas relaciones satisfactorias es asegurarnos
que estamos en contacto con nuestros valores espirituales en todas nuestras
interacciones. La paz es la piedra angular de estos valores, ya que la paz
interior nos permite tener una actitud de confianza, apertura y seguridad en
nosotros mismos y para con los demás.
También es
necesario para unas relaciones de calidad tanto a nivel familiar como
profesional u otros entornos sociales, que permanezcamos en armonía y
equilibrio, lo cual es una consecuencia natural de tener sentimientos de
auto-respeto. El respeto y amor hacia nosotros mismos es la base de nuestra
positividad y estado de armonía interior.
¿Cuáles son mis intenciones en mis
relaciones?
Es
importante observar la motivación o intención que tengo en mis relaciones.
Aunque sea a un nivel subconsciente, si lo que me mueve en la relación es crear
o mantener una relación de dependencia, más tarde o temprano surgirán
tensiones. Eso es debido a que por naturaleza, la dependencia es egoísta. Es
una condición psicológica que surge de la necesidad de ser amado. Sin
embargo, el amor solo puede ser experimentado si tenemos la naturaleza de
darlo. El amor verdadero no puede ser experimentado pidiéndolo o exigiéndolo.
Por ello es esencial que, si queremos que una relación sea duradera, nuestro
objetivo sea de dar y compartir y no el tomar o esperar.
Otro aspecto
para mantener relaciones armoniosas es el aceptar la responsabilidad personal
por la calidad de nuestras relaciones. Si solo nos quejamos acerca de cómo son
los demás, de lo que hacen, lo deberían hacer o deberían dejar de hacer,
solo contribuimos a aumentar la negatividad, y finalmente la relación de
deteriora y destruye.
Una relación
solo puede mantenerse cuando cada persona acepta la responsabilidad de si mismo
y de contribuir en la medida de sus posibilidades al éxito de la relación.
Las cuatro actitudes para crear armonía en
las relaciones:
1)
El poder de escuchar: oír es
diferente de escuchar. Oír es fisiológico, escuchar es psicológico. Tenemos que
aprender a escuchar con empatía, no tan solo oír.
2) Estar
disponible. Si siempre nos mostramos como alguien muy ocupado las personas
sentirán que no estoy disponible y recurrirán a un tercero. Es importante
dar prioridad a crear un tiempo de calidad para las personas con quien
interactúo a diario.
3) Tolerar: Es una forma de fortaleza, de
poder interno. Saber aceptar tanto lo positivo como lo negativo y responder
siempre con madurez y ecuanimidad. No ser afectado ni por la alabanza ni por la
difamación. Es ser positivo con aquellos que son negativos
conmigo. Tolerancia no es aguantar y callar, tolerancia es aceptar y
comprender.
4) Adaptación:
Significa tener una naturaleza fácil y flexible. Tener capacidad de amoldarse.
Es el poder de estar por encima de los roces con los demás y adaptarse a lo que
la situación requiere. Saber fluir según la escena en la que te encuentres, no
tener expectativas ni ser rígido.